http://www.lavoz.com.ar/rio-cuarto/crean-tricicleta-electrica-colegio-rio-cuarto
El ingenio, talento y creatividad de los
desarrolladores está fuera de cuestión. También lo están la
accesibilidad, desde el punto de vista económico, y el beneficio
ambiental por la utilización de energía que no lo poluciona. Hasta aquí
solo caben felicitaciones y orgullo por la realización; pero lanzar a
las calles, al menos de Córdoba capital, tricicletas eléctricas sin
brindar las condiciones de seguridad para los usuarios es ponerlos en
riesgo, a juzgar por las estadísticas suministradas por el Centro de Atención de Llamadas de Defensa Civil Municipal
que reflejan la creciente casuística de siniestros viales en los que
interviene la motocicleta, en todas sus versiones, como principal causa
en la producción, que sumado a estudios que afirman que el factor humano
es el principal desencadenante de esta realidad (Ver informe en nuestra
página "Aspectos Psicológicos en Seguridad Vial" del Dr. Mias), nos
hace dudar de la procedencia de incorporar al tránsito nuevos vehículos
sin antes abordar al principal actor y verdadero factor de riesgo: EL
CONDUCTOR. Sin modificar conductas, hábitos, ópticas, sin discriminar el
vehículo que se comande, el tránsito de la ciudad es lo más parecido a
una batalla entre enemigos acérrimos. No cedo el paso así me lo indique
señalización específica o semáforo. Ingreso a la rotonda y no respeto
prioridades a los que circulan por ella. Me acerco a la intersección en
mi motocicleta, aguzo el oído para escuchar que nadie circula por la
otra vía gracias a que el casco descansa en mi codo, hago sonar la
bocina y acelero al mismo tiempo para cruzar primero. No me coloco el
cinturón de seguridad. Mis hijos menores viajan en el asiento delantero.
Llevo al colegio a mi hijo y a su compañerito en mi motocicleta o
bicicleta, todos sin casco. Asi podríamos seguir enumerando hasta el
cansancio acciones cotidianas de cordobeses que utilizan las calles y
avenidas de la ciudad haciendo gala de violencia y autoritarismo, con un
eje bien diferenciado: EL NO RESPETO. Por las leyes. Por sus
semejantes. Aunque más no sea por el sentido primitivo de
autoprotección. Nos alegramos sinceramente por los logros de un grupo de
talentosos estudiantes y profesores de la Escuela Leonardo Da Vinci de
Rio Cuarto, y si vale desde aquí los felicitamos, pero, siempre el
inefable pero, los cordobeses seguimos transitando por las calles y cada
vez se hace más difícil vaticinar cuándo y cómo retornaremos a nuestros
hogares.
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